Existen muchas formas de energía electromagnética. Un tipo de energía electromagnética es la luz que vemos con nuestros ojos. Otra forma es las ondas de radio. No podemos ver las ondas de radio, pero sabemos cómo crearlas y cómo detectarlas. También sabemos cómo lograr que transporten mensajes. ¡Las ondas de radio son las que te traen la radio y la televisión!

Cambiar la forma de las ondas de radio para que éstas puedan transportar información se denomina "modular" la onda. Una onda de radio que ha sido modulada para transportar información se denomina "señal". Ahora bien, la onda es más que energía electromagnética. ¡Es un mensaje!

 

 

Una señal FM tiene su frecuencia, o longitud de onda, modulada. Una señal AM tiene su amplitud, o altura, modulada.

Dato curioso: Las naves espaciales modulan la forma de onda de otra manera diferente.

 

 

 

 

Convertir una onda de radio común en una que transporta un mensaje es tarea del transceptor.

¡Nueva tecnología para futuras misiones!

Al igual que los demás componentes electrónicos hoy en día, los transceptores son cada vez más pequeños, más baratos y necesitan menos energía. Como parte del Programa del Nuevo Milenio de la NASA (NASA's New Millennium Program), los ingenieros espaciales están trabajando de toda manera posible para lograr que las naves espaciales sean más pequeñas, mejores y menos costosas para lanzar y operar.

Space Technology 5 (ST5) fue una misión dedicada a crear y probar tres naves espaciales muy pequeñas que trabajaron juntas para estudiar el "clima del espacio" en órbita alrededor de la Tierra. Eran mucho más pequeñas y mucho menos costosas que las naves espaciales del pasado, pero podían hacer todas las mismas tareas.

Uno de sus instrumentos nuevos y mucho más pequeños era el transpondedor.

Un transpondedor "rebota" una señal desde la Tierra y de vuelta a la Tierra, para que los ingenieros puedan medir a qué distancia se encuentra la nave espacial y a qué rapidez se está desplazando.

Cada transpondedor tenía aproximadamente el tamaño de cinco barajas de cartas apiladas, aproximadamente 6 x 6 x 10 centímetros y pesaba menos de 500 gramos. Eran nueve veces más pequeños y doce veces más alto que los transpondedores en otras naves espaciales. Cada transpondedor también necesitaba mucha menos energía. ¡Parte de la tecnología utilizada en este transpondedor proviene de la tecnología de los teléfonos celulares!

ST5 ayudará a que las futuras misiones espaciales funcionen mejor, sean menos caras y nos ayuden a descubrir información incluso más asombrosa y útil con respecto a nuestro medio ambiente del espacio.