Imagina ser capaz de hacer un mapa detallado de un objeto que ni siquiera puedes ver.

 


Supón que alguien te muestra una caja y dice que contiene un objeto misterioso. ¡Descubre qué hay dentro de la caja sin mirar ni tocar y el objeto es tuyo!

La caja no tiene tapa, pero está cubierta por una hoja de papel, de modo que no puedes ver su interior. Puedes perforar pequeños orificios en el papel con algún tipo de palo recto, largo y puntiagudo, como una brocheta o un palillo para tejer, pero no puedes mirar dentro de la caja. ¿Cómo puedes descubrir qué hay en la caja?

Bueno, una forma sería introducir el palo directamente al interior de la caja hasta que toque algo. Marca con tus dedos hasta donde entró el palo. Saca el palo y mide hasta donde entró en la caja. Marca el orificio con dicha medida. Podrías usar números para las medidas, pero es más fácil usar colores. Por ejemplo, 13 cm (5 pulg.) de profundidad es azul, 15 cm (6 pulg.) es violeta.

 

 

 

Una vez que hayas cubierto gran parte del papel con orificios marcados con colores, podrías colorear las áreas que tienen orificios de un mismo color. ¡Entonces tendrías un mapa topográfico del objeto dentro de la caja!

Tal vez no puedas distinguir claramente el objeto aún con su mapa topográfico. Pero si sabes qué altura representa cada color, podrías imaginar cómo se vería el objeto en tres dimensiones.

 

 

 

 

 

Cartografía a través de nubes de la Tierra

Como el papel que esconde el oso de peluche, las nubes a menudo esconden grandes áreas de la superficie terrestre. Pero del mismo modo que podemos trazar un mapa del oso a través del papel, podemos usar radares para hacer mapas detallados de la Tierra a través de las nubes o la oscuridad.

El radar es una especie de energía de luz, pero no la podemos ver. También se comporta como el sonido, porque rebota en las superficies produciendo "ecos", que son "escuchados" por la antena de radar.

Esto es exactamente lo que hizo la Misión de Radar Topográfico del Transbordador Espacial en febrero del año 2000.

Mientras el Transbordador giraba alrededor de la Tierra, los instrumentos de radar en su interior y exterior hacían mapas tridimensionales de casi todo el mundo. ¡En só'lo 11 días, esta misión produjo suficiente información para llenar 20.000 discos compactos!

¿No es maravilloso todo lo que podemos hacer una vez que comprendemos algunas cosas simples sobre las ondas de luz y radar?

 

Aunque muchas lunas cuentan con formaciones rocosas grandes, la realidad es que no todas están activas "geológicamente". Esto significa que no tienen, por ejemplo, terremotos, montañas en formación o volcanes. Durante años, muchos científicos notaron que la luna de Júpiter "Io" no registraba demasiada actividad, pero muchos años después se llevaron una enorme sorpresa.

 

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En 1979, la nave Voyager 1 de la NASA tomó las primeras fotos de "Io" en primer plano. Las imágenes mostraban una columna de humo masiva que erupcionaba desde su superficie hacia el espacio. No solo "Io" tenía volcanes, sino que además estaban activos. ¡Esta fue la primera vez que se halló un volcán en erupción fuera del planeta Tierra!

 

La NASA mantiene el contacto con Voyager 1 pese al fallo de los  computadores de la sonda

 

En realidad, existen volcanes en todo nuestro sistema solar. Pero solo unos pocos lugares además de la Tierra (como algunas lunas de Júpiter, Saturno y Neptuno) poseen volcanes activos en la actualidad. ¡Conoce más sobre los muchos volcanes de nuestro sistema solar!

 

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Los científicos conocen los volcanes de Venus porque los han visto a través de las nubes usando un radar. Venus tiene alrededor de 1000 volcanes. Estos erupcionan flujos de roca derretida (lava) sobre su superficie. Los científicos creen que la actividad de los volcanes de Venus data de una fecha muy reciente. Algunos piensan que ahora mismo podría haber volcanes activos sobre su superficie.

Existe toda clase de volcanes sobre la Tierra: activos, inactivos, extintos, volcanes que explotan con cenizas y gases, y volcanes que emanan ríos calmos de roca derretida (conocida como lava).

 

Volcán de Fuego - Wikipedia, la enciclopedia libre

 

Los volcanes de la Tierra han sido los responsables de la destrucción de ciudades, la extinción de especies y los cambios en el clima del planeta. Sin embargo, no todos son peligrosos. Los volcanes brindan nutrientes importantes para las plantas y los animales, a la vez que crean hermosas cadenas montañosas e islas.

 

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No se ha registrado una erupción en Marte, pero algunos científicos creen que aún podría producirse alguna en el futuro. Marte está cubierto de campos masivos de ríos de lava y altas montañas volcánicas que quedan de cuando Marte era un hervidero de actividad geológica.

 

Io, la luna de Júpiter

La luna de Júpiter "Io" alberga algunos de los volcanes más impresionantes. Grandes columnas de gases y roca derretida son expulsadas tan alto que pueden verse desde una nave espacial a gran distancia. También hay ríos de lava hirviendo. La lava emana del calor que genera la fuerza de gravedad. El interior de "Io" está caliente porque la fuerza de gravedad masiva de Júpiter y sus otras lunas hace que esta luna se tuerza. Esta torcedura crea fricción en el interior de "Io". La fricción genera calor, y este genera roca derretida y gases. Cuando esta materia supercaliente es emanada sobre la superficie, produce grandes erupciones volcánicas.

 

Encelado , la luna de Saturno

La pequeña luna de Saturno, Encélado, no posee volcanes, sino criovolcanes. Los criovolcanes son similares a los volcanes normales, excepto que, en vez de roca derretida hirviendo, estos volcanes erupcionan agua y otros gases, como los géiseres. El interior de Encélado está caliente porque el empuje masivo de la gravedad de Saturno tuerce el planeta. Esto genera fricción y calor. Este calor tiene que escapar de algún modo. Cuando lo hace, crea erupciones maravillosas y congeladas que pueden ser vistas desde una nave espacial a la distancia.

 

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La luna congelada de Neptuno, Tritón Esta luna tiene criovolcanes, estos erupcionan agua y otros gases, no roca derretida. Tritón posee una corteza de nitrógeno congelado. Esta corteza atrapa el calor del Sol dentro del planeta y calienta parte del nitrógeno, agua y amoníaco que hay adentro. Cuando se calienta lo suficiente, el nitrógeno se transforma en gas. Este gas acumula presión y erupciona a través de la corteza, creando géiseres de gas y hielo de nitrógeno, y ríos de amoníaco y agua, parecidos a los de lava. Muy lejos, en los rincones más alejados y fríos de nuestro sistema solar, ¡estas son las erupciones más distantes de las que se tenga información!

 

 


El Huracán Florence fotografiado por las cámaras de la EEI, el 12 de septiembre de 2018.

¿Qué son los huracanes?

Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas de la Tierra.

  

A estas tormentas se les conoce con distintos nombres según el lugar donde se presenta. El término científico para todas estas tormentas es ciclón tropical. Sólo los ciclones tropicales que se forman sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental se llaman "huracanes". Sin importar como se llamen, ¡todos los ciclones tropicales se forman de la misma manera!

 

¡Motores gigantes!

Los ciclones tropicales son como grandes motores que usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie. Es decir, que el aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano.

Nube cumulonimbo. Un ciclón tropical tiene tantas de estas nubes que forman grandes bandas circulares.

El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y húmedo y también se eleva. A medida que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

¡Como las manecillas del reloj!

Debido a que la Tierra gira sobre su eje:

  • Las tormentas que se forman al norte del ecuador giran en sentido contrario a las manecillas del reloj.
  • Las tormentas al sur del ecuador, giran en el sentido de las manecillas del reloj.

Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro. En el ojo todo es muy tranquilo y claro, con una presión de aire muy baja. El aire de presión alta superior baja hacia el interior del ojo.

Si se pudiera rebanar un ciclón tropical, se vería así. Las pequeñas flechas rojas muestran el aire cálido y húmedo que sube desde la superficie del océano y forma bandas de nubes alrededor del ojo. Las flechas azules muestran cómo el aire frío y seco baja hacia el ojo y por entre las bandas de nubes. Las flechas rojas grandes muestran la rotación de las bandas de nubes que se elevan.

¿Cómo podemos identificar una tormenta tropical de un ciclón tropical?

Debido a los vientos en la tormenta giratoria:

  • Cuando alcanzan 39 mph, la tormenta se denomina “tormenta tropical”.
  • Cuando alcanzan 74 mph, oficialmente se considera que la tormenta es un “ciclón tropical", o huracán.

Los ciclones tropicales por lo general se debilitan cuando tocan tierra, porque ya no se pueden "alimentar" de la energía que proviene de los océanos templados. Sin embargo, a menudo avanzan tierra adentro causando mucho daño por la lluvia y el viento antes de desaparecer por completo.

Categorías de ciclones tropicales:

Categoría

Velocidad del viento (mph)

Daño en tierra

Marea de tormenta (pies)

1

74-95

Mínimo

4-5

2

96-110

Moderado

6-8

3

111-129

Extenso

9-12

4

131-156

Extremo

13-18

5

157 or higher

Catastrófico

19+

 

¿Cómo podemos advertir la llegada de los huracanes?

Los dos satélites GOES de la NASA, operados por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), vigilan los huracanes desde una gran altura sobre la superficie de la Tierra, ¡a una altitud de 22,300 millas para ser exactos!

Estos satélites, ayudan a los meteorólogos a advertir a las personas cuando estas grandes tormentas tocarán tierra. ¡Salvan vidas!