En la sierra de Padre Caro, se encuentra el río Tinto que recorre unos 100 kilómetros de la provincia de Huelva. El origen de su peculiar color está en el alto contenido en sulfuros de metales pesados. Unas sales ferruginosas y el sulfato férrico que no solo tienen un impacto en el pH del río también constituyen un ecosistema extremo ideal para estudiar la presencia de algunos microorganismos.

 

 

Por sus peculiaridades, la NASA llegó a una colaboración con el Centro español de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) para estudiar la zona de nacimiento del río Tinto. Debido a la similitud entre las condiciones ambientales del río y las que podrían darse en el planeta Marte.


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La sierra y su alta concentración de sulfuros ha convertido al lugar en polo de atracción para la actividad minera, desde la etapa de íberos y fenicios. En 2003, la NASA incluyó a la provincia de Huelva en su proyecto astrobiológico MARTE. El objetivo es analizar la vida en condiciones extremas, normalmente letales para la mayoría de las criaturas, pero posible para algunos organismos extremófilos.

"Algunas cianobacterias están entre los microorganismos más resistentes conocidos. Nos ha sorprendido encontrarlas en el subsuelo porque hasta ahora siempre se habían visto asociadas a la presencia, al menos ocasional, de luz", explica Fernando Puente Sánchez, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, a National Geographic.

 

 

Estas cianobacterias son capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica y representan uno de los microorganismos más antiguos de nuestro planeta. A raíz del descubrimiento, el NASA Ames Research Center y el CAB han continuado sus investigaciones para preparar la campaña de Marte y experimentar con la recogida de muestras.

Las condiciones de las aguas del río Tinto cuentan con una gran concentración de jarosita, un mineral de azufre y hierro muy presente en Marte; su agua ácida tiene un pH entre 1,3 y 3, con un sulfato entre 0,7 y 14 g/l y una concentración de hierro entre 0,05 y 4,2 g/l. No es descabellado imaginar que un río en Marte pudiera tener un ecosistema microbiológico similar. Quizás no en el presente, pero sí en el pasado. Es por eso por lo que el estudio del río supone un excelente campo de pruebas para la exploración de Marte.

 

 

La misión ExoMars de la Agencia Espacial Europea (ESA) pretendía perforar el suelo para buscar vida subterránea. Inicialmente prevista para 2020, la Covid-19 ha obligado a posponerla a octubre de 2022.

 

 

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