Haz que vuelen por el aire trozos de papel y queden adheridos a un globo.

Materiales:

  • Un globo
  • Una hoja de papel
  • Una perforadora

Instrucciones:

  1. Infla el globo hasta un tamaño que quepa fácilmente en tu mano.
  2. Ata un nudo en el extremo del globo.
  3. Usa la perforadora para cortar varios círculos pequeños de la hoja de papel.
  4. Frota el globo suavemente en una y otra dirección sobre tu cabello, unas 10 veces. No presiones con demasiada fuerza. Tu cabello debe estar limpio, seco y sin aceite.
  5. Sujeta el globo cerca de los círculos de papel, sin tocarlos. Observa lo que sucede.

 

 

 

¡No olvides quitarte el gorro antes de frotar el globo sobre tu cabello!

 

 

¿Por qué el globo atrae el confeti?

 Los átomos son partículas minúsculas que componen toda la materia. Los átomos tienen partículas incluso más diminutas, llamadas electrones, que sirven como una especie de abrigo. A veces, el átomo usa todos sus abrigos, a veces se quita uno o más

 Cuando frotas el globo en tu cabello, algunos de los electrones se desprenden y quedan adheridos al globo. Los electrones tienen una carga eléctrica negativa ( - ), de modo que el globo tendrá una carga negativa. Cuando a los átomos les faltan electrones (es decir, se han quitado uno o dos abrigos), decimos que tienen una carga positiva ( + ). Al confeti que has preparado le faltan algunos electrones, por lo que tiene una leve carga positiva. Las cargas negativas y positivas se atraen. Por esa razón, ¡el confeti queda adherido al globo!

 

 

¡La nave espacial Deep Space 1 utiliza un motor iónico para propulsarse por el espacio!

TEl motor iónico contiene un gas denominado xenón. El xenón recibe una carga, similar a la carga que tenía el confeti. Otra parte del motor iónico es una plancha delgada de metal con varios orificios pequeños en su interior (algo así como una malla metálica para las ventanas). Esta malla metálica también tiene una carga, igual que el globo. Por esta razón, la malla metálica atrae los iones de xenón del mismo modo que el globo atrae el confeti.

La malla metálica cargada hace que los iones de xenón se muevan con mucha rapidez, por lo que salen disparados por los orificios y aparecen en el otro lado de la malla. Al expulsarse (la acción), ejercen una fuerza contraria sobre la nave espacial (la reacción).

Este motor utiliza la misma ley de la naturaleza que permite el funcionamiento de un cohete común que consume combustible. (Aprende cómo construir un cohete gaseoso.)

Las fuerzas de atracción son muy fuertes en la propulsión iónica. Los iones en realidad se mueven con mucha mayor rapidez que el gas caliente que sale expelido del motor de un cohete común. ¡Por lo tanto, el sistema de propulsión iónica funciona incluso mejor!

 

 

 

 

Un suave empujón…

La fuerza del sistema de propulsión iónico que utiliza Deep Space 1 es tan pequeña que el empujón que la da a la nave espacial es como el peso que sientes al sostener una sola hoja de un cuaderno en tu mano.

La nave espacial Deep Space 1 obtiene un consumo asombrosamente eficiente de combustible, pero acelera muy pero muy lentamente. Pasar de 0 a 100 kilómetros por hora (unas 60 millas por hora) le demoraría a Deep Space 1 ... ¡dos días y medio!

Sólo cuatro días después de su lanzamiento, Deep Space 1 ya estaba a una distancia de aproximadamente 1.000.000 de kilómetros (alrededor de 600.000 millas) de la Tierra, y se seguía alejando. (Eso es más del doble de la distancia a la Luna.)

 

¿Cuánto te demoraría viajar 1.000.000 kilómetros?

Para caminar esa distancia, tendría que caminar 8 horas al día, todos los días de la semana, todas las semanas del año, ¡durante toda tu vida!

 

 

Para conducir esa distancia a la máxima velocidad permitida en las autopistas de los Estados Unidos, tendrías que conducir 24 horas al día (sin detenerte para cargar gasolina, ni comprar alimentos, ir al baño o estirarte un poco), todos los días durante un año -- ¡y aún así tendrías que seguir viajando en automóvil otro mes más!

 

Para volar esa distancia en un avión, ¡tendrías que volar durante 6 semanas sin parar!

¡Haz un vitral de la Tierra!

     
       
       
       
       

Existen muchas formas de energía electromagnética. Un tipo de energía electromagnética es la luz que vemos con nuestros ojos. Otra forma es las ondas de radio. No podemos ver las ondas de radio, pero sabemos cómo crearlas y cómo detectarlas. También sabemos cómo lograr que transporten mensajes. ¡Las ondas de radio son las que te traen la radio y la televisión!

Cambiar la forma de las ondas de radio para que éstas puedan transportar información se denomina "modular" la onda. Una onda de radio que ha sido modulada para transportar información se denomina "señal". Ahora bien, la onda es más que energía electromagnética. ¡Es un mensaje!

 

 

Una señal FM tiene su frecuencia, o longitud de onda, modulada. Una señal AM tiene su amplitud, o altura, modulada.

Dato curioso: Las naves espaciales modulan la forma de onda de otra manera diferente.

 

 

 

 

Convertir una onda de radio común en una que transporta un mensaje es tarea del transceptor.

¡Nueva tecnología para futuras misiones!

Al igual que los demás componentes electrónicos hoy en día, los transceptores son cada vez más pequeños, más baratos y necesitan menos energía. Como parte del Programa del Nuevo Milenio de la NASA (NASA's New Millennium Program), los ingenieros espaciales están trabajando de toda manera posible para lograr que las naves espaciales sean más pequeñas, mejores y menos costosas para lanzar y operar.

Space Technology 5 (ST5) fue una misión dedicada a crear y probar tres naves espaciales muy pequeñas que trabajaron juntas para estudiar el "clima del espacio" en órbita alrededor de la Tierra. Eran mucho más pequeñas y mucho menos costosas que las naves espaciales del pasado, pero podían hacer todas las mismas tareas.

Uno de sus instrumentos nuevos y mucho más pequeños era el transpondedor.

Un transpondedor "rebota" una señal desde la Tierra y de vuelta a la Tierra, para que los ingenieros puedan medir a qué distancia se encuentra la nave espacial y a qué rapidez se está desplazando.

Cada transpondedor tenía aproximadamente el tamaño de cinco barajas de cartas apiladas, aproximadamente 6 x 6 x 10 centímetros y pesaba menos de 500 gramos. Eran nueve veces más pequeños y doce veces más alto que los transpondedores en otras naves espaciales. Cada transpondedor también necesitaba mucha menos energía. ¡Parte de la tecnología utilizada en este transpondedor proviene de la tecnología de los teléfonos celulares!

ST5 ayudará a que las futuras misiones espaciales funcionen mejor, sean menos caras y nos ayuden a descubrir información incluso más asombrosa y útil con respecto a nuestro medio ambiente del espacio.