La empresa del millonario británico Richard Branson realizó una increíble hazaña en la nave VSS Unity.

El avión espacial VSS Unity de la compañía espacial privada Virgin Galactic completó con éxito su primer vuelo suborbital comercial. A bordo, tres investigadores italianos llevaron a cabo experimentos biológicos y físicos.

 

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Virgin Galactic se especializa en vuelos suborbitales turísticos y utiliza el avión espacial VSS Unity, diseñado para transportar hasta cuatro pasajeros y dos pilotos. El vehículo es soltado desde un avión de transporte que se eleva por encima de los 80 kilómetros, considerando el límite del espacio según la Fuerza Aérea de EE.UU.

La compañía obtuvo el permiso oficial para realizar vuelos comerciales el año pasado, tras lo cual su fundador, Richard Branson, realizó un vuelo suborbital. En total, se ejecutaron cinco vuelos de prueba antes del vuelo comercial de Galactic 1.

 

Tripulación

Los tripulantes de este vuelo fueron el exoficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Michael Musucci, y el antiguo piloto de la Fuerza Aérea italiana, Nicola Pecile.

Además, el coronel Walter Villadei, llevó un traje inteligente biométrico para medir sus respuestas fisiológicas mientras exploramos los límites del espacio. Y Angelo Landolfi, se encargó de la evaluación del rendimiento cognitivo y el comportamiento corporal en un entorno de microgravedad. ¡Un equipo excepcional para una aventura sin precedentes!

Sus objetivos:

  • Conducir 13 experimentos tripulados y autónomos para examinar biomedicina termodinámica de fluidos. Así como el desarrollo de materiales sustentables e innovadores para condiciones de microgravedad.

  • Recopilar datos a través de sensores y cargas útiles portátiles, y mediante cargas útiles autónomas montadas en la cabina del sistema de bastidor de carga útil de Virgin Galactic.

 

Una hazaña sin igual

El 29 de junio a las 8:30 hora local comenzó el primer vuelo comercial que recibió la designación de «Galactic 01». El VSS Unity despegó del puerto espacial América en Nuevo México y, luego de encender sus cohetes, se separó de la nave nodriza, alcanzando una altitud de 85,1 kilómetros.

Posteriormente, regresó al puerto espacial a las 9:42 hora local y aterrizó con éxito. El vuelo fue ordenado por la Fuerza Aérea Italiana y el Consejo Nacional de Investigación de Italia. A bordo del avión se encontraban tres investigadores italianos y un instructor de astronautas de la compañía.

«Fue un viaje hermoso», dijo el coronel Walter Villadei en una conferencia de prensa. Además, mencionó que su momento favorito fue contemplar el contraste entre el color negro del espacio y el planeta debajo.

Villadei compartió la cabina con el teniente coronel Angelo Landolfi de la Fuerza Aérea Italiana, Pantaleone Carlucci del Consejo Nacional de Investigación de Italia y Colin Bennett de Virgin Galactic.

La tripulación del Galactic 01 realizó 13 experimentos supervisados y autónomos, recopilando datos sobre sus trajes y sensores en la cabina. Estos experimentos incluyeron la medición de los niveles de radiación en la poco estudiada mesosfera y la observación de la mezcla de ciertos líquidos y sólidos en microgravedad.

 

 

El futuro de los vuelos comerciales

Virgin Galactic, fundada en 2004, ha vendido alrededor de 800 boletos para asientos en futuros vuelos comerciales. Los primeros en comprar boletos para visitar el límite del espacio fueron millonarios y estrellas de cine. Sin embargo, estos vuelos también pueden tener objetivos científicos, como trabajos en microgravedad.

Villadei explicó que actualmente los investigadores interesados en trabajar en microgravedad solo tienen dos opciones. La primera son los vuelos en aviones parabólicos, donde los pasajeros experimentan unos segundos de ingravidez, y la segunda son las misiones a la Estación Espacial Internacional, que duran seis meses.

De esta manera, Virgin Galactic ofrece un servicio que se sitúa entre las otras dos opciones menos convenientes. Por otro lado, el tamaño del avión espacial permite realizar experimentos más grandes de los que se podrían llevar a cabo en un cohete.

La empresa ya tiene la mirada puesta en el futuro. La próxima misión, Galactic 02, está programada para agosto, y se espera que estos vuelos espaciales se realicen mensualmente. Con suerte, todo transcurrirá sin contratiempos significativos.