El astronauta estadounidense con raíces salvadoreñas ha retornado a la Tierra después de completar una histórica misión, ya que se convirtió en el astronauta de la NASA que más tiempo ha pasado en el espacio.

Después de una estancia de 371 días en el espacio, Frank Rubio, astronauta de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), ha regresado a la Tierra. El astronauta aterrizó en una zona remota de Kazajistán, marcando un hito al establecer el récord de la estadía más larga en el espacio por un astronauta.

Inicialmente, su misión estaba programada para durar seis meses, es decir, 180 días. Sin embargo, una fuga de refrigerante en la cápsula Soyuz requirió extender su permanencia, sumando un total de 371 días, equivalente a más de un año completo.

Rubio mencionó que esta situación le hizo abordar cada día de manera individual. Aunque admitió que lo más desafiante fue el aspecto psicológico, ya que implicaba estar separado de su familia y perderse eventos significativos con sus hijos.

“Ha sido algo que fue una prueba para mí y para nuestra familia. Pero mis hijos han hecho muy en adaptarse al tiempo, y al saber que ellos se han adaptado bien me ha ayudado a mí, y me puedo enfocar en el trabajo y saber que, al final del día, se tiene que hacer la misión y tengo que hacerlo lo mejor posible”, comentó Rubio.

El astronauta estadounidense ha aterrizado en compañía de dos cosmonautas rusos, Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, quienes también eran parte de la misión. Según el experto espacial y editor del sitio web ExploracionEspacial.News, Manuel Mazzanti, esta situación representa un desafío emocional, ya que el hecho de prolongar el doble de tiempo de lo originalmente planeado podría tener un impacto en la salud mental de los astronautas.

Mazzanti comentó en una entrevista con la Voz de América que el impacto emocional de pensar que la misión ya había concluido, anticipando el reencuentro con sus familias, solo para luego enfrentar la perspectiva de seis meses adicionales en el espacio, podría generar una mezcla de sentimientos contradictorios.

A pesar de que puede ser “una oportunidad única el hecho de estar seis meses más” en la Estación Espacial Internacional (EEI) y que “puede ser quizás un sueño para cualquier astronauta”, Rubio supo sobrellevar muy bien esta situación.

“Creo que lo ha hecho de una manera increíble al adaptarse, agarrar de vuelta la rutina de trabajar con otros compañeros, ver cómo llegaban y se iban muchas tripulaciones de otras misiones”, agregó y su experiencia “ha servido de ejemplo para futuras misiones de larga duración”.

“Cuando vayamos a la Luna o a Marte, no siempre las cosas pueden salir como uno quiere y uno tiene que esperar mucho tiempo. Quizás lo que vivió Frank sirve como ejemplo para ver cómo se adapta el ser humano a eso”.

Hace unos días, Rubio, quien es médico del Ejército de los Estados Unidos y piloto de helicóptero, expresó que nunca habría aceptado la oferta de permanecer un año completo lejos de su hogar. En última instancia, subrayó que anhela especialmente la oportunidad de retomar sus caminatas en las montañas, ya que tiene una profunda afinidad por la naturaleza y considera que esta es una de las actividades que más espera realizar nuevamente tras su regreso.

No obstante, es probable que continúe manteniendo el récord de la estadía más prolongada en el espacio, ya que, por el momento, la NASA no tiene planes de llevar a cabo misiones que superen el año de duración.