El equipo de la sonda OSIRIS-REx de la NASA ha revelado más sobre la muestra del asteroide Bennu que recogió su cápsula. Este material regresó a la Tierra hace meses, pero los científicos no habían podido abrir todavía el cofre.

 

Para evitar que las muestras de Bennu se contaminen, los científicos de la NASA desarrollaron una sala limpia especial en el Centro Espacial Johnson.

 

El equipo de conservación de astromateriales del Johnson Space Center de la NASA ha logrado un hito significativo en la investigación espacial. Tras un meticuloso proceso, han completado el desmontaje del cabezal del muestreador OSIRIS-REx, revelando así el contenido que tenía este: muestras del asteroide Bennu.

La agencia espacial estadounidense no ha podido resistirse y ha compartido enseguida la primera imagen con los restos de dicha roca espacial:

 

 

El pasado 10 de enero fue un día crucial para el equipo, al superar un desafío técnico significativo: la eliminación de dos sujetadores que obstaculizaban la apertura del cabezal del mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-Go (TAGSAM). Este paso era esencial para acceder a las muestras del asteroide y analizarlas detalladamente.

 

Erika Blumenfeld, líder creativa de Advanced Imaging and Visualization of Astromaterials (AIVA), junto con Joe Aebersold, líder del proyecto AIVA, han jugado un papel fundamental en este proceso. Utilizando técnicas avanzadas de fotografía manual de alta resolución y un procedimiento de ‘apilamiento’ semiautomático, han capturado imágenes impresionantes de la cabeza abierta de TAGSAM. Estas imágenes no solo son una proeza técnica, sino que también proporcionan un detalle extremo de la muestra del asteroide, permitiendo un análisis más profundo y preciso.

 

El siguiente paso, llevado a cabo por el equipo de curación, será remover el collar metálico redondo del cabezal TAGSAM y preparar la tranferencia de la muestra restante a bandejas con forma de cuña. Estas bandejas serán fotografiadas meticulosamente antes de proceder a su pesaje, empaque y almacenamiento en el Johnson Space Center, que alberga la colección más grande y diversa de astromateriales en el mundo.

 

Lo más notable de este proyecto es la cantidad de material recolectado. Antes de acceder a esta nueva parte de la muestra, el equipo ya había recolectado 70.3 gramos de material del asteroide, superando el objetivo inicial de la misión de recolectar al menos 60 gramos. Este material incluye tanto polvo como rocas, con tamaños que llegan hasta un centímetro aproximadamente.

En las próximas semanas, se determinará la masa final de la muestra recolectada, marcando otro hito importante en este proyecto. Además, a finales de este año, el equipo de curación planea publicar un catálogo completo de todas las muestras de Bennu. Este catálogo no solo será un recurso valioso para la comunidad científica global, sino que también abrirá oportunidades para que instituciones de todo el mundo presenten solicitudes para investigar o exhibir estas muestras.

 

Este logro no es solo un triunfo para la NASA, sino también un avance significativo en nuestra comprensión del universo. La información obtenida de estas muestras del asteroide Bennu podría arrojar luz sobre los orígenes de nuestro sistema solar, así como sobre la formación y evolución de los asteroides. Con este proyecto, la NASA proporciona un importante conocimiento y fomenta la curiosidad científica a nivel mundial.