La NASA enfrenta uno de los retos más ambiciosos y complejos de la exploración espacial: traer muestras de Marte a la Tierra mediante la misión Mars Sample Return (MSR). Sin embargo, el proyecto, que originalmente estimaba un presupuesto de entre 8 y 11 mil millones de dólares y un retorno de muestras en 2040, ahora está en revisión debido a su elevado costo y su complejidad técnica.

 

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La misión MSR, en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA), busca recolectar y traer a nuestro planeta las muestras que el rover Perseverance ha estado almacenando en tubos desde su llegada al cráter Jezero en 2021. Estas muestras contienen información clave sobre la composición geológica y potencial evidencia de vida pasada en Marte. No obstante, para cumplir este objetivo, la NASA ha tenido que explorar nuevas estrategias que optimicen los recursos y garanticen el éxito de la misión.

Opciones para salvar la misión

Actualmente, se analizan dos enfoques principales para reconfigurar la misión y reducir costos sin comprometer la calidad científica del proyecto:

  1. Uso de la "grúa aérea" (sky crane): Este sistema de aterrizaje, probado exitosamente en las misiones de los rovers Curiosity y Perseverance, permitiría un descenso suave y preciso para depositar la carga en la superficie marciana. Este método simplificaría el diseño de la misión y aumentaría su fiabilidad.

  2. Colaboración con empresas privadas: La participación de compañías como SpaceX podría proporcionar tecnologías avanzadas, como cohetes reutilizables y sistemas de aterrizaje innovadores, que optimicen el transporte y retorno de las muestras.

Además, la NASA contempla el uso de un vehículo de ascenso más compacto y eficiente, impulsado por sistemas de energía de radioisótopos en lugar de paneles solares. Esta tecnología permitiría operar durante las tormentas de polvo marcianas, un obstáculo recurrente que ha complicado misiones anteriores.

 

 

Una decisión clave en 2026

La NASA espera definir la arquitectura final de la misión en 2026. Si los planes avanzan sin contratiempos, las muestras podrían llegar a la Tierra entre 2035 y 2039. Este esfuerzo no solo revolucionará nuestra comprensión del planeta rojo, sino que también sentará las bases para futuras misiones tripuladas.

El retorno de muestras de Marte no solo es un hito científico, sino también un ejemplo de cómo la colaboración internacional y público-privada puede transformar la exploración espacial. Mientras tanto, el mundo observa con expectativa el progreso de este desafío titánico que podría responder una de las preguntas más fundamentales de la humanidad: ¿estamos solos en el universo?