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La misión espacial que liderará la astronauta Mónica Ortiz tiene como objetivo resolver problemas que podrían surgir durante las futuras colonizaciones del planeta rojo
Con tan solo 25 años, Mónica Ortiz Álvarez será la primera astronauta mexicana en comandar una misión análoga sobre los posibles problemas que podría presentar un asentamiento humano instalado en Marte. Su logró fue reconocido por autoridades de Oaxaca de Juárez que destacaron el valor de la preparación y perseverancia.
Más de la misión
Se trata de la Misión Latinoamericana de Investigación Análoga de Marte, que es dirigida por la Astroland Interplanetary Agency en Santander, España, y se realizará en julio de este año.
Dicha misión tiene como propósito resolver problemas que podrían surgir durante las futuras colonizaciones del planeta rojo, pero desde la tierra, específicamente en un área que simula situaciones hostiles.
De acuerdo con su sitio web, Astroland Interplanetary Agency es una compañía aeroespacial privada instalada en Cantabria, España, en la que se desarrollan misiones de simulación espacial con tecnologías y habilidades enfocadas a los hábitats en Marte.
Hasta el momento, esta empresa ha realizado cinco misiones análogas dentro de una cueva en Arredondo, Cantabria, que está diseñada como un campo de entrenamiento espacial subterráneo que pone a prueba las capacidades del ser humano para sobrevivir.
¿Quién es Mónica Ortiz?
Mónica Ortiz Álvarez se convirtió en la primera astronauta análoga en ser seleccionada como comandante para la Primera Misión Latinoamericana de Investigación Análoga de Marte conocida como “PRINCIPIA”, realizada por la Astroland Interplanetary Agencia.
De acuerdo a lo que explicó la joven, la misión será realizada en julio del 2023 y tienen como objetivo resolver problemas a los que se podrían enfrentar los asentamientos humanos en el planeta rojo. Un ejemplo de esto sería la falta de comida y la construcción de hábitats
Además, señaló que uno de los objetivos de “PRINCIPIA” es fomentar la participación de mujeres en la ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, impulsado la incursión de las nuevas generaciones en las ciencias especiales y el desarrollo del sector tanto en España como en México y resto de Latinoamérica.
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Testimonios de astronautas revelan que el espacio huele a carne quemada, gases de soldadura y metal caliente.
¿Qué podrían tener en común las pastillas de freno, unas almendras quemadas, el metal caliente y un filete chamuscado? Según los astronautas, la respuesta es que todos ellos huelen tal y como lo hace el espacio. Y es que, si la composición específica del espacio ya era una incógnita para los científicos, estos testimonios de astronautas sobre los olores percibidos en su estancia en la Estación Espacial Internacional lo son mucho más.
Mientras que algunos lo definen como un olor agradable, muchos otros lo tachan de asqueroso. Pero todos están de acuerdo en que el espacio tiene un olor intenso durante los meses de estancia en el espacio y que, en muchas ocasiones, recuerda a olores metalizados o chamuscados.
¡El espacio no tiene olor!
Aunque parezca increíble que el espacio no huele, pues no hay gases ni aire que puedan desprender un aroma característico: únicamente existe vacío. Entonces, ¿de dónde provienen estos singulares olores? La comunidad científica plantea dos posibles hipótesis como respuesta a esta incógnita.
Una de ellas es que el olor provenga de una característica reacción de oxidación durante el proceso de despresurización a la entrada de la nave. A diferencia de la Tierra, el oxígeno que se encuentra en el Universo es atómico, es decir, es una molécula compuesta únicamente por un átomo (O). Sin embargo, dentro de la nave existirá la molécula de oxígeno biatómica (O2), necesaria para respiración.
Por lo tanto, los científicos sostienen que ese oxígeno atómico podría adherirse a los trajes y herramientas de los astronautas durante las expediciones espaciales, y producir una reacción de formación de ozono (O3) al entrar en contacto con el biatómico de dentro de la nave. Esa reacción sería la que originaría ese característico olor a quemado.
Otra hipótesis establecería el origen del olor en las estrellas moribundas. Durante la fase final, los astros liberan una gran cantidad de energía que produce un compuesto conocido como PAH (hidrocarburo policlínico aromático), que se mueve por el espacio colaborando a la creación de nuevas estrellas, planetas y cometas. Además, este compuesto se encuentra también en la Tierra, por lo que su olor es reconocible y puede ser identificable con el de los testimonios.
EAU DE SPACE: Del espacio a la Tierra
Esta fragancia nació con un solo propósito, preparar a futuros candidatos con los olores que otros astronautas han experimentado. El objetivo era simple: intentar simular durante el entrenamiento las condiciones del espacio para evitarles sorpresas inesperadas. Este plan incluía el olor del espacio.
Para lograrlo primero tuvieron que contratar a Steve Pearce, un químico estadounidense fundador de la compañía “Omega Ingredients”, para intentar identificar las máximas sustancias posibles que pudiesen irradiar ese característico olor y recrear el aroma. El proyecto fue un completo éxito y permitió a la NASA disponer de una imitación de la fragancia que los astronautas se encontrarían durante el viaje.
Sin embargo, al cabo de unos años en secreto, se tomó la decisión de comercializar la sustancia en forma de perfume bajo el nombre ‘Eau de Space’. Aunque pueda parecer un acto financiero, los fines no eran económicos. Esta puesta en mercado tenía la finalidad de aumentar el interés en el aprendizaje de ciencia, tecnología y matemáticas a través de la educación experimental.
Siguiendo el mismo propósito, desde hace un par de años, se encuentra también en el mercado la fragancia “Eau de Luna”, al mismo precio que su compañera. De esta forma, parece que acercarse a la experiencia de viajar al espacio está un poco más al alcance de todos.
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La helada luna de Saturno, Mimas, puede ser un mundo oceánico ‘sigilo’, según una nueva investigación.
Según ha descubierto un equipo de investigadores del Southwest Research Institute de Texas (SwRI) en Estados Unidos, la más pequeña de las lunas principales de Saturno podría albergar un océano subterráneo de agua líquida. Simulaciones recientes de la cuenca de impacto Herschel, el cráter más llamativo de su superficie, junto con la ausencia de tectónica en Mimas, apoyan la existencia de un océano interno geológicamente joven rodeado por una capa de hielo cada vez más delgada.
«En los días menguantes de la NASA, Casini misión a Saturno, la nave espacial identificó una extraña liberación u oscilación en la rotación de Mimas, que a menudo apunta a un cuerpo geológicamente activo capaz de soportar un océano interno», dijo Alyssa Rhoden, coautora del nuevo estudio y científica de SwRI.
¿Oscilación sospechosa?
Sin embargo, a pesar de este bamboleo, la superficie llena de cráteres de Mimas llevó a los científicos a considerar inicialmente a la luna como un bloque de hielo congelado. Esto se debe a que la mayoría de los mundos oceánicos, como el géiser Encelado, una de las otras lunas de Saturno, tiende a romperse y mostrar otros signos de actividad geológica. Sin embargo, Mimas carece de características tectónicas claras.
"Mimas parecía un candidato improbable, con su superficie helada y fuertemente craterizada, marcada por un cráter de impacto gigante que hace que la pequeña luna se parezca mucho a la Estrella de la Muerte de 'La Guerra de las Galaxias'", dijo Rhoden en el comunicado. "Si Mimas tiene un océano, representa una nueva clase de pequeños mundos oceánicos 'sigilosos' con superficies que no delatan la existencia del océano".
Al modelar la formación de la cuenca de impacto de Herschel, los científicos descubrieron que la capa de hielo de Mimas tenía que tener al menos 55 kilómetros de espesor en el momento del impacto. Mientras tanto, las observaciones de Mimas y los modelos de su calentamiento interno sugieren que su capa de hielo actual tiene menos de 30 km de espesor. Estas significaría que un océano interno se ha ido formando y expandiendo lentamente.
Un gran desafío para la ciencia
"Descubrimos que Herschel no podría haberse formado en una capa de hielo con el grosor actual sin borrar la capa de hielo en el lugar del impacto", dijo en el comunicado Adeene Denton, autora principal del estudio e investigadora postdoctoral en la Universidad de Arizona. "Si Mimas tiene un océano en la actualidad, la capa de hielo se ha ido adelgazando desde la formación de Herschel, lo que también podría explicar la falta de fracturas en Mimas."
Estos nuevos modelos desafían la comprensión actual de los científicos sobre la evolución termo-orbital, dijo Rhoden en el comunicado.
"Evaluar la condición de Mimas como luna oceánica serviría de referencia para los modelos de su formación y evolución", dijo Rhoden. "Esto nos ayudaría a comprender mejor los anillos de Saturno y las lunas de tamaño medio, así como la prevalencia de lunas oceánicas potencialmente habitables, particularmente en Urano. Mimas es un objetivo convincente para seguir investigando".
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